sábado, 18 de abril de 2015
Parasitologia
La parasitología es la rama de la
biología, que se ocupa del fenómeno del parasitismo. Estudia, los organismos
vivos parásitos, como son los protozoos, helmintos y artrópodos, y las
parasitosis o enfermedades causadas en el hombre, animales y plantas por los
parásitos.
Convencionalmente, se ocupa sólo de los parásitos eucariotas como son los protozoos, helmintos( cestodos, nemátodos y trematodos) y artropodos; el resto de los organismos parásitos (virus, procariotas y hongos )tradicionalmente se consideran una materia propia de la microbiología.
Una enfermedad parasitaria o parasitosis es una enfermedad infecciosa causada por protozoos, vermes (cestodos, nematodos, trematodos) o artropodos.
A diferencia de numerosas infecciones bacterianas y víricas, las parasitosis son, con frecuencia, crónicas, y se prolongan a lo largo de meses a años. Las exposiciones repetidas conducen a la acumulación de una carga cada vez mayor de parásitos. Cuando la infección por un microorganismo concreto se asocia a una potente respuesta inmunitaria, de forma indudable, existe una considerable contribución inmunopatológica en las manifestaciones de la enfermedad atribuidas a la infección.
Los parásitos son, casi siempre, exógenos al anfitrión humano y, por este motivo, deben entrar en el interior del organismo mediante ingestión o penetración directa a través de las barreras anatómicas..
EXPOSICIÓN Y ENTRADA
Aunque numerosas enfermedades infecciosas se encuentran provocadas por organismos endógenos que forman parte de la flora normal del anfitrión humano, este no es el caso en la mayoría de las enfermedades causadas por parásitos como los tipo protozoos y los helmintos. Estos organismos se adquieren casi siempre a partir de una fuente exógena y, de este modo, han desarrollado numerosos métodos para penetrar
en el organismo del anfitrión.
Las vías más frecuentes de entrada son la ingestión por vía oral o la penetración directaa través de la piel u otras superficies .
La transmisión de las enfermedades parasitarias se encuentra frecuentemente facilitada por la contaminación del entorno con desechos animales y humanos. Este aspecto es ampliamente aplicable a los trastornos que se transmiten mediante la vía feco-oral, aunque también es aplicable a las infecciones por helmintos, como la uncinariosis y la estrongiloidiosis, las cuales dependen de la penetración de la piel por las larvas.
Numerosas enfermedades parasitarias se adquieren mediante la picadura de artrópodos vectores. La transmisión de la enfermedad por esta vía es extraordinariamente eficaz, como pone de manifiesto la amplia distribución de enfermedades como la malaria, la tripanosomiosis y la filariosis.
Los factores adicionales que determinan el resultado de la interacción entre el organismo anfitrión y el parásito son la vía de exposición y el tamaño del inoculo. La mayoría de los parásitos humanos presentan un abanico limitado de órganos o tejidos en los que pueden replicarse o sobrevivir. Por ejemplo, el simple contacto cutáneo con la mayoría de protozoos intestinales no provoca enfermedad; así, estos organismos deben ser ingeridos para que se inicie el proceso. Además, es necesaria una cantidad mínima de organismos para establecer la infección.
Aunque ciertas enfermedades parasitarias pueden adquirirse mediante la ingestión o la inoculación de un pequeño número de organismos, normalmente se precisa un inoculo de mayor tamaño. Mientras que un sujeto puede contraer la malaria mediante una simple picadura de un mosquito hembra infectado, normalmente se precisan inóculos mayores para producir enfermedades como la amebiosis en el ser humano.
La prevención de la trasmisión o contagio se basa en las siguientes medidas:
Convencionalmente, se ocupa sólo de los parásitos eucariotas como son los protozoos, helmintos( cestodos, nemátodos y trematodos) y artropodos; el resto de los organismos parásitos (virus, procariotas y hongos )tradicionalmente se consideran una materia propia de la microbiología.
Una enfermedad parasitaria o parasitosis es una enfermedad infecciosa causada por protozoos, vermes (cestodos, nematodos, trematodos) o artropodos.
A diferencia de numerosas infecciones bacterianas y víricas, las parasitosis son, con frecuencia, crónicas, y se prolongan a lo largo de meses a años. Las exposiciones repetidas conducen a la acumulación de una carga cada vez mayor de parásitos. Cuando la infección por un microorganismo concreto se asocia a una potente respuesta inmunitaria, de forma indudable, existe una considerable contribución inmunopatológica en las manifestaciones de la enfermedad atribuidas a la infección.
Los parásitos son, casi siempre, exógenos al anfitrión humano y, por este motivo, deben entrar en el interior del organismo mediante ingestión o penetración directa a través de las barreras anatómicas..
EXPOSICIÓN Y ENTRADA
Aunque numerosas enfermedades infecciosas se encuentran provocadas por organismos endógenos que forman parte de la flora normal del anfitrión humano, este no es el caso en la mayoría de las enfermedades causadas por parásitos como los tipo protozoos y los helmintos. Estos organismos se adquieren casi siempre a partir de una fuente exógena y, de este modo, han desarrollado numerosos métodos para penetrar
en el organismo del anfitrión.
Las vías más frecuentes de entrada son la ingestión por vía oral o la penetración directaa través de la piel u otras superficies .
La transmisión de las enfermedades parasitarias se encuentra frecuentemente facilitada por la contaminación del entorno con desechos animales y humanos. Este aspecto es ampliamente aplicable a los trastornos que se transmiten mediante la vía feco-oral, aunque también es aplicable a las infecciones por helmintos, como la uncinariosis y la estrongiloidiosis, las cuales dependen de la penetración de la piel por las larvas.
Numerosas enfermedades parasitarias se adquieren mediante la picadura de artrópodos vectores. La transmisión de la enfermedad por esta vía es extraordinariamente eficaz, como pone de manifiesto la amplia distribución de enfermedades como la malaria, la tripanosomiosis y la filariosis.
Los factores adicionales que determinan el resultado de la interacción entre el organismo anfitrión y el parásito son la vía de exposición y el tamaño del inoculo. La mayoría de los parásitos humanos presentan un abanico limitado de órganos o tejidos en los que pueden replicarse o sobrevivir. Por ejemplo, el simple contacto cutáneo con la mayoría de protozoos intestinales no provoca enfermedad; así, estos organismos deben ser ingeridos para que se inicie el proceso. Además, es necesaria una cantidad mínima de organismos para establecer la infección.
Aunque ciertas enfermedades parasitarias pueden adquirirse mediante la ingestión o la inoculación de un pequeño número de organismos, normalmente se precisa un inoculo de mayor tamaño. Mientras que un sujeto puede contraer la malaria mediante una simple picadura de un mosquito hembra infectado, normalmente se precisan inóculos mayores para producir enfermedades como la amebiosis en el ser humano.
La prevención de la trasmisión o contagio se basa en las siguientes medidas:
·
Control del reservorio y fuentes de infección
·
Saneamiento del medio ambiente
·
Higiene personal y de la vivienda
·
Control higiénico alimentario
·
Control de artrópodos vectores
·
Quimioprofilaxis (desparasitación)
ADHESION Y REPLICACIÓN
La mayoría de infecciones se inician mediante la unión del microorganismo a los tejidos anfitriones seguidas de la replicación para establecer la colonización. El ciclo vital de un parásito se basa en los tropismos tisulares y de especie, lo que determina los tejidos u órganos del organismo anfitrión en los que el parásito puede sobrevivir. La unión del parásito a las células o tejidos del anfitrión puede ser relativamente inespecífica, puede estar mediada por estructuras mecánicas o por partes de la boca con la que pica o muerde, o bien puede darse a través de la interacción de estructuras de la superficie del parásito conocidas como adhesinas y los receptores glucoproteicos o glucolípidos presentes en algunos tipos celulares, aunque no en otros. Entre las estructuras de superficie específicas que facilitan la adhesión del parásito figuran ciertas glucoproteínas de superficie, como las glucoforinas A y B, los receptores del complemento, los componentes adsorbidos de la cascada del complemento, la fibronectina y los conjugados de N-acetilglucosamina.
La mayoría de infecciones se inician mediante la unión del microorganismo a los tejidos anfitriones seguidas de la replicación para establecer la colonización. El ciclo vital de un parásito se basa en los tropismos tisulares y de especie, lo que determina los tejidos u órganos del organismo anfitrión en los que el parásito puede sobrevivir. La unión del parásito a las células o tejidos del anfitrión puede ser relativamente inespecífica, puede estar mediada por estructuras mecánicas o por partes de la boca con la que pica o muerde, o bien puede darse a través de la interacción de estructuras de la superficie del parásito conocidas como adhesinas y los receptores glucoproteicos o glucolípidos presentes en algunos tipos celulares, aunque no en otros. Entre las estructuras de superficie específicas que facilitan la adhesión del parásito figuran ciertas glucoproteínas de superficie, como las glucoforinas A y B, los receptores del complemento, los componentes adsorbidos de la cascada del complemento, la fibronectina y los conjugados de N-acetilglucosamina.
Ameba flagelos
Se desplazan mediante “flagelos”
Se reproducen asexualmente por “bipartición
longitudinal”
Los hay “autótrofos” y “heterótrofos”, de
vida libre y “endosimbiontes”
Algunos causan serias
enfermedades
• Los quistes son pequeñas formas inmóviles y
resistentes de ciertos protozoarios intestinales. Pueden tener uno o
varios núcleos.
• Los quistes por lo general, se encuentran en
heces blandas o formadas. Se pueden observar como glóbulos transparentes de envolturas
definidas. En una misma muestra se pueden encontrar quistes de especies
diferentes.
• Los quistes no deben confundirse con:
- Levaduras, que son pequeñas (5 - 6 um), con brote
o yema. De color pardo con solución de yodo. En su interior se observa 3 - 6
gránulos de posición excéntrica.
- Leucocitos, 10 - 20 um, de forma redonda o
alargada, cuyo citoplasma contiene vacuolas pequeñas.
- Pus, se observa como una masa de leucocitos
degenerados, de color grisáceo y no transparente como el moco.
Amebas cilios
Se desplazan mediante “cilios”
Tienen forma constante
Suelen poseer varios núcleos de diferente tamaño
(macro- y micro-núcleos)
La mayoría son de vida libre en ambientes
acuáticos
Se reproducen asexualmente por “bipartición”, y
sexualmente por “conjugación”
Plasmodium
Protozoario Plasmodium
Es un género de protistas del filo Apicomplexa, clase Aconoidasida, orden Haemosporida y familiaPlasmodiidae del
que se conocen más de 175 especies.1 El parásito siempre tiene dos
huéspedes en su ciclo vital: un mosquitoque actúa como vector y
un huésped vertebrado. Al
menos diez especies infectan al hombre. Para humanos hay cuatro especies de Plasmodium que
provocan la malaria o paludismo: P. falciparum, P. malariae, P. ovale y P. vivax, de las
cuales la primera es la más virulenta y la que produce la mayor mortalidad.
Otras especies infectan a otros animales, incluyendo aves, reptiles yroedores.
Plasmodium ovale
Es una especie parasítica protozoario que causa una forma de malaria en humanos. Se relaciona con Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax,
las cuales son responsables de la mayoría de los casos de malaria. Es menos
frecuente que éstos dos últimos organismos y potencialmente menos peligroso que P.
falciparum.
Epidemologia
P. ovale tiene un hábitat limitado. Es endémico principalmente
en el África
occidental, las Filipinas, el oeste de Indonesia y Papúa
Nueva Guinea.
Diagnostico
La apariencia microscópico P. ovale es muy similar al P. vivax y si solo se observan un pequeño
número de parásitos, puede que sea imposible distinguir las dos especies solo
en base a su morfología.
No hay diferencias entre el tratamiento clínico de P. ovaley P. vivax, y por ello, en
algunos informes clínicos de laboratorio simplemente se hace constar la
presencia de "P. vivax/ovale". Los gránulos
de Schüffner se ven
sobre la superficie de los glóbulos rojos parasitados, aunque tienen una
apariencia más grande y oscura que P.
vivax, llamados a veces "puntos de James". Aproximadamente un 20%
de las células infestadas tienen forma ovalada -de allí su nombre- y algunas de las
células ovaladas tienen además fimbrias en los bordes, las llamadas «células
cometas». Los esquizontes maduros de P. ovale, nunca llegan a tener
más de doce núcleos en su interior y ése es un criterio
fiable para distinguir las dos especies.
Si P. vivax and P.
ovale han estado en solución
con EDTA por
más de media hora antes que el frote sanguíneo es examinado, tendrán una
apariencia muy similar a P.
malariae, una importante razón para advertir al laboratorio de
inmediato tan pronto una muestra sanguínea ha sido tomada para que puedan
procesar la muestra tan pronto como llegue en su poder.
Tratamiento
Tras una evaluación clínica
y diagnóstico presuntivo o definitivo, el tratamiento de elección incluye cloroquina y primaquina. La combinación Atovaquona y proguanil puede ser usada en pacientes sensibles a la
cloroquina, por cualquier razón.
Babesia
es un género de protistas parásitos que
causan la enfermedad de la babesiosis en animales y seres humanos. El parásito es
transmitido por garrapatas y ataca a los glóbulos rojos de
la sangre.
Toxoplasma gondi
Es una infección debida al parásito Toxoplasma
gondii.
Causas
La toxoplasmosis se encuentra en los seres humanos
a nivel mundial y en muchas especies de animales y de aves. El parásito vive en
los gatos.
La infección en humanos puede provenir de:
- Transfusiones de sangre o trasplante de
órganos sólidos.
- Manejo de los excrementos de gato.
- Ingerir tierra contaminada.
- Comer carne cruda o mal cocida (de cordero,
cerdo o res).
La toxoplasmosis también afecta a las personas que
tienen sistemas inmunitarios debilitados.
La infección también se puede pasar de una madre
infectada a su bebé a través de la placenta. Esto ocasionatoxoplasmosis congénita.
Síntomas
Puede no haber síntomas. Si los hay, suelen
aparecer alrededor de 1 a 2 semanas después de entrar en contacto con el
parásito. La enfermedad puede afectar el cerebro, el pulmón, el corazón, los
ojos o el hígado.
Síntomas en personas con sistemas inmunitarios
por lo demás saludables pueden abarcar:
- Inflamación de los ganglios
linfáticos en cabeza y cuello
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Enfermedad leve semejante a la mononucleosis
- Dolor muscular
- Dolor de garganta
Síntomas en personas con un sistema inmunitario
debilitado pueden abarcar:
- Confusión
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Visión borrosa debido a inflamación de la
retina
- Convulsiones
Pruebas
y exámenes
El médico o el personal de enfermería llevarán a
cabo un examen físico. Los exámenes que se pueden hacer abarcan:
- Títulos de anticuerpos para
toxoplasmosis
- Tomografía computarizada del
cráneo
- Resonancia magnética de la cabeza
- Examen con lámpara de hendidura
- Biopsia del
cerebro
Tratamiento
Las personas asintomáticas generalmente no
necesitan tratamiento.
Los medicamentos para tratar la infección incluyen
antipalúdicos y antibióticos. Los pacientes con SIDA deben continuar el
tratamiento en tanto el sistema inmunitario esté débil con el fin de prevenir
la reactivación de la enfermedad.
Expectativas
(pronóstico)
Con tratamiento, las personas con un sistema
inmunitario sano suelen recuperarse bien.
Posibles
complicaciones
La enfermedad puede reaparecer.
En personas con un sistema inmunitario debilitado,
la infección puede propagarse por todo el cuerpo, llevando a la muerte.
Oncocercosis
La oncocercosis es una enfermedad parasitaria crónica causada
por un gusano nematodo llamado Onchocerca volvulus y
transmitida por varias especies de moscas negras, fue
descubierta por el médico guatemalteco Rodolfo Robles Valverde en 1915. La
infestación parasitaria ocasiona lesiones potencialmente severas en la piel y los ojos, y ha llegado a ser la segunda razón más
importante de ceguera en el mundo.
Epidemologia
Alrededor del 99 por ciento de los casos de
oncocercosis ocurren en África. Hacia el 2008, alrededor de 18
millones de personas estaban infectadas con este parásito y alrededor de
300.000 personas habían quedado permanentemente ciegas. La oncocercosis es actualmente endémica en 30 países africanos, en Yemen y
en algunas zonas de América del Sur.
Colombia logró ser el primer país en el mundo
que eliminó por completo esta enfermedad de su territorio, según la Organización Panamericana de la Salud.
Recientemente, Ecuador se convirtió también en el segundo
país del mundo que se declaró libre de esta enfermedad.
Este
padecimiento se eliminó en el foco norte del estado de Chiapas, en México, y también se determinó, después de
varios años de tratamiento con ivermectina, que el foco de Oaxaca, México, en donde se encontró Onchocerca volvulus, quedó
libre de la transmisión del parásito.
Cuadro clinico
El compromiso en
la piel consiste, clásicamente, en una intensa comezón, hinchazón, erupciones inflamadas y sarpullidos.9 Para categorizar el grado de severidaddermatológica, se emplea el siguiente sistema de evaluación:
1.
Dermatitis papular - pápulas pruríticas dispersas;
2.
Dermatitis papular crónica - las pápulas son más
notables, resultando en hiperpigmentación;
3.
Dermatitis liquenificada - pápulas hiperpigmentadas
con placas, edema, picazón, linfadenopatía e infecciones bacterianas secundarias;
4.
Atrofia de piel - pérdida de elasticidad, llamada
en algunos medios «piel de lagarto»;
El compromiso
ocular le da a la enfermedad el nombre común, ceguera de los ríos. La
superficie de la córnea es otra área a donde migran
las microfilarias, lugar en que son nuevamente enfrentadas por el sistema
inmune. En la zona de mayor daño, ocurre una queratitis punteada, la cual se aclara cuando la
enfermedad mejora. Sin embargo, si la infección se vuelve crónica, puede
aparecer una queratitis esclerosante, haciendo que se opaque el área afectada.
Con el tiempo la córnea entera se vuelve opaca, produciendo ceguera.